En Argentina cada gobierno fue obviando la idoneidad como requisito para acceder a los empleo públicos ya que el modelo de las distintas administraciones se basa en un sistema donde es sustancial el parentesco, la amistad y el compromiso político para ocupar los cargos en general y en especial los de mayor relevancia, circunstancia que determina que los aptos sin padrinazgo político no tengan posibilidades de ingresar en la administración pública, empresas del estado y organismos oficiales en general.

Lo dicho es tan cierto que ofrezco que se examine las nóminas pertinentes de cualquier jurisdicción y nos encontraremos que las mismas están repletas de apellidos que se reconocen por la trayectoria que en el mismo rubro o similar han tenido sus ascendientes, apareciendo plasmado ostensible si acudimos a la nómina de legisladores, jueces y empleados de todos nivel de las administraciones nacional y provincial destacando a título de ejemplo que al gobierno han accedido más de 500.000 agentes afines con el partido político que administra la Nación sin que se haya comprobado la aptitud para ejercer la función asignada e incluso sin necesidad que cumplan rol alguno.

En la provincia de Neuquén - donde resido - el empleo público está en su gran mayoría dirigido a individuos afines al MPN habiendo sido esa política clientelar uno de los secretos del dominio del partido provincial durante más de 50 años ininterrumpidos de la cosa pública, pues el cargo otorgado al amigo o referente siempre genera una obligación "moral" de devolver "el favor" al tiempo del voto y si se trata de jueces o fiscales la imparcialidad siempre está en tela de juicio y nunca jamás algún pariente, amigo o referente del partido dominante ha estado entre rejas, siquiera procesado y en general las causas en que aparecen involucrados se sobresee, presciben o se archivan.

El Consejo de la Magistratura, que selecciona a jueces, fiscales y defensores, además de estar dominado políticamente - condición que no se ha disimulado en ninguna oportunidad - aún cuando pueda escaparse algún orejano, rápidamente sale del ruedo con el veto presto de la legislatura.

Obviamente ni a nivel nacional ni en ninguna provincia, el idóneo sin padrinazgo político tiene chance, pues el sistema de amigos y compromisos ha reemplazado en cada rincón del país a la democracia republicana, el poder está en manos de una persona que somete a los demás poderes, puro clientelismo en los hechos, que férreamente cierra las puertas del que piensa distinto, a la diversidad de ideas que tanto molesta al autoritario de turno