Al tiempo que los ancianos debimos cambiar compulsivamente, contra nuestra expresa voluntad, la tarjeta que usábamos cuando nos desempeñábamos como trabajadores activos por otra que implicaba una cuenta distinta y un trato diferenciado que ciertamente se da como lo comprobé y paso a relatar
Decidido a ahorrar el haber jubilatorio para pagar las vacaciones, sobreviví durante cuatro meses con trabajos independientes y changas varias dejando acumular las retribuciones previsionales en mi cuenta.
Llegando el tiempo de partir a mi descanso, arena sol y celeste cielo voy a la caja a retirar mis fondos y la encuentro casi vacía.
¿Y mis cuatro meses de haberes acumulados? ¿Volvieron solos - porque extrañaban - a la vieja cuenta? ¿Es la broma de algún cajero amigo?
Nada de eso, con extrema amabilidad la Sra. Contadora del Banco Provincia de Zapala me explicó que mi cuenta no tenía fondos pues no había concurrido a obtener el certificado de supervivencia.
¿No era que ese requisito desapareció con el nuevo, lustroso e innovador sistema, ampliamente publicitado, instrumentado en el inservible plástico que exhibía?
No me dijo la amable contadora. No tiene que ir a las dependencias policiales pero sí al banco a conseguir su recibo cada mes y luego cada tres meses en una oficina especial comprueban que está integro física y psíquicamente, que en su documento aún no tiene el sello de fallecido y ahí le otorgan el certificado de supervivencia que tiene una duración exacta y fatal de tres meses. No debe olvidarse de renovarla antes del tiempo establecido pues caso contrario no podrá cobrar.
¿Pero nadie me dijo nada de eso al tiempo del canje de tarjetas ni en ningún otro momento?
YYYY....., me dijo la amable contadora que en un papel me anotó las sumas adeudas y agregando que fuera al sector jubilaciones del I.S.S.N pues el dinero, MI DINERO, expropiado por presunto fallecimiento, se remitía a Neuquén y ellos lo hacían llegar a Contaduría que a su vez lo remitía a no se donde y que bueno allí me explicarían, me dijo, todo ello mientras la amable contadora se despedía de estos despojos con un apretón de manos firme y sostenido.
Rumbo al Instituto pensaba que así como te mandan papelería inútil, podría haberte remitido una notificación a tu domicilio de la necesidad de cumplir este recaudo. Pero para que ¡¡¡A quien le importa los ancianos jubilados!!!
¡¡¡Y que rapidez para darte por extinguido vitalmente!!!
Llego al ISSN sucursal Zapala y la chica de jubilaciones justamente ese día no había concurrido ¡¡¡Insistí!! Y una amable señorita llamó a Neuquén para ver que había que hacer. Retornó la amable señorita y me informó que de contaduría lo remitirían no se a donde y de allí me mandarían un cheque, que pasara el fin de la próxima semana, que preguntara, que verían, que.....-
Me retiré sin mi dinero, con la esperanza de que me manden el cheque con la celeridad acostumbrada en la administración pública neuquina, para que no se arruinen mis vacaciones, reclamando que a la suma que se indique en el cartular se agreguen los intereses por el tiempo en que el Estado se apoderó de mi dinero sin avisarme.
De todas formas pediré que el certificado de supervivencia lo confeccionen en tamaño relevante, lo plastificaré, le colocaré una cadena - como hizo una vez un amigo para simbolizar que era prisionero del sistema - y me lo colgaré del cuello.
En el documento constara en letra fluorescente "EL PORTADOR DE LA PRESENTE ESTA VIVO HASTA EL 24/02/12" para recordarme que tengo que renovarla, y como cábala para que no se entrometa La Parca al menos hasta la fecha indicada. |