La consulta popular efectuada en Loncopué respecto de la ordenanza municipal que determinó la prohibición de la explotación de minerales a cielo abierto cosechó 2.124 votos contra 388 de quienes apoyaban la iniciativa de aceptar el emprendimiento.
Coincidentemente con el anuncio del resultado de la elección el gobierno neuquino anunció que dará "batalla" en tribunales entendiendo que la consulta no es vinculante y violaría normas constitucionales.
Aquí es necesario destacar todo gobierno gobierno tiene razón de ser en función del bienestar general que debe garantizar a los ciudadanos y por ello no existe ninguna cuestión formal, alguna norma jurídica, de cualquier orden, que pueda contrariar la voluntad popular expresada en la urnas como consecuencia de la convocatoria realizada mediante ordenanza municipal para que los vecinos de Loncopué se expidieran democráticamente, haciendo uso del derecho natural a decidir el presente y futuro de la ciudad en que viven, trabajan, crían a sus hijos y construirán el futuro que pretenden. En el caso que nos ocupa los habitantes de Loncopué con una mayoría que alcanzó al 80% de los votos emitidos no dejó ninguna duda que eligió para su destino la no contaminación provocada por la minería no convencional, esto es que se explote su riqueza con metodología contaminante priorizando el medio ambiente por encima de cualquier hipotético beneficio económico.
El pueblo se ha expresado sin cortar rutas, hacer puebladas esto es sin acudir a vías de hecho, puso de manifiesto su pretensión democráticamente, acudiendo a las urnas que se convirtieron en aplastante expresión del deseo de la gente de transcurrir su vida sin que el infierno de la megaminería se instale en su ciudad. La voz del pueblo es la voz de Dios y siendo así, habiéndose manifestado esa voz con avasalladora contundencia, el gobierno no tiene otra alternativa que aceptarla sin menoscabar la enorme relevancia que tiene el voto popular cuando este se expresa de manera transparente, clara y contundente El pueblo de Loncopué eligió la vida por encima de la riqueza con sabor a muerte y ningún tribunal podrá expedirse en contra de de esa decisión, apareciendo por otro lado políticamente incorrecto que el/los representantes del pueblo adopten acciones contrarias a la firme resolución de sus mandantes.
Esta decisión es una muestra que el pueblo no quiere vivir con el riesgo que implica las explotaciones no convencionales y por ello es un ejemplo para que pueblos amenazados fatalmente por el fracking como Zapala, Cutral - Co y Plaza Huincul, adopten la manera de la consulta popular para que los habitantes se expidan sobre el particular la que debería ser dispuesta - como sucedió en Loncopué - por ordenanza que dicten los municipios en cada caso.
El gobierno no debe olvidar que el poder reside en el pueblo que lo delega para que sus mandatarios concreten el mandato de satisfacer la voluntad popular y para el caso que la contraríen - más aún cuando esta es manifiesta - implica una violación terminal del poder otorgado que pone en cuestionamiento la legitimidad de cualquier acción que invoque la mentada representación |