En una nota publicada en el diario "Rio Negro" bajo el título "Casi setecientos funcionarios en la gestión de Sapag", el periodista Gerardo Bilardo pone de manifiesto que: "Seiscientos setenta y siete funcionarios y autoridades superiores integran la cadena jerárquica del Poder Ejecutivo. En lo alto de la pirámide se encuentra el gobernador Jorge Sapag, que en diciembre de 2012 recibió un sueldo bruto de 28.385 pesos. En la base están los directores provinciales con una retribución de 21.856 pesos, según datos oficiales de la liquidación de diciembre último. Los sueldos top de la provincia suman 1.398. El gobernador se encuentra en el puesto 77 del ranking, confió una fuente oficial. Los 721 restantes trabajan en organismos descentralizados, en los poderes Judicial y Legislativo y en el área de Educación. Según datos obtenidos del presupuesto 2013, el ministerio con mayor cantidad de autoridades y funcionarios superiores es el de Gabriel Gastaminza (Coordinación de Gabinete, Seguridad y Trabajo) con 176. Debajo se ubica la cartera de Gobierno, Educación y Justicia que conduce Zulma Reina con 159 y el tercer y cuarto lugar se lo disputan palmo a palmo Desarrollo Social con 99, y Economía y Obras Públicas que suma 92. Las áreas del Poder Ejecutivo con menor cantidad de funcionarios y autoridades superiores son Salud, con 9, y el Tribunal de Cuentas con 3”.
Lo expuesto en el párrafo precedente asombra no tanto porque aparece obviamente exagerado el número de funcionarios que acompañan la gestión del Sr. Gobernador Jorge Sapag ni por la relevancia de las remuneraciones sino porque tantos amos no consiguen que la Provincia del Neuquén cuente con servicios mínimos de seguridad, educación, justicia, desarrolló social, economía , obras públicas, salud, trabajo digno y cuentas públicas claras y difundidas en los distintos medios para conocimiento y beneplácito de todos los neuquinos.
La seguridad es una fantasía, a simple título de ejemplo mencionaré que por ejemplo en la noche de Navidad ocurrieron más de 15 robos relevantes en la ciudad de Zapala, ingresando los cacos en los domicilios de los infortunados ciudadanos zapalinos, la policía carece de los agentes mínimos para prestar un servicio razonable, de móviles suficientes, combustible, y por sobre todas las cosas de personal especializado en la investigación criminal que sumado a omisiones o falta de diligencia de fiscales y jueces de instrucción, me permiten afirmar que la seguridad y la justicia no existen en Neuquén, comisarías y juzgados aparecen como meras escenografías, papel pintado, donde lo que abunda es la carencia.
Por otro lado el trabajo se resume a los carguitos públicos, reservados para aquellos privilegiados que puedan acreditar en su DNI algún apellido ilustre en la historia de la función pública neuquina y al que dude de mis palabras lo invito a que examine la nómina de magistrados y funcionarios de un Poder Judicial reservado a amigos, parientes y referentes.
En cuanto a la educación, Neuquén tiene índices negativos en rubros esenciales como deserción escolar, compresión de textos, inasistencia de docentes, etc.
La obra pública brilla por su ausencia, parece una broma, nada se ha hecho, lo hecho se va deshaciendo por su vetustez, todos son proyectos que nunca se concretan o que si comienzan no llegan a concluirse y si se concluyen no pueden utilizarse, como por ejemplo el establecimiento carcelario de Senillosa
En materia de salud la falta de preocupación por el punto es vergonzoso. No dudo en afirmar que los hospitales funcionan solamente por la destacable vocación de médicos, enfermeros y personal de maestranza que se desempeñan en ellos y que nunca son recompensados en la justa medida de sus esfuerzos. Para describir las carencias basta con poner de manifiesto el lamentable estado que ostenta el servicio de nefrología del hospital Castro Rendon.
Esta breve síntesis muestra que los casi 700 funcionarios que acompañan la gestión del Sr. Gobernador al percibir sus haberes, esto es recibir los importes asignados sin devolverlos, se enriquecen sin causa en tanto como lo señala uno de los principios esenciales del derecho del trabajo, no puede existir justo pago de haberes si no se corresponde con la pertinente prestación que como pretendo haber demostrado está ausente en la multitud de jerarcas del gobierno neuquino. |