En el diario Río Negro de fecha 17 de febrero del 2013 página 8, advirtiendo sobre el severo daño ambiental que provoca el vertido a cielo abierto de miles de litros diarios de desechos cloacales sin el más mínimo tratamiento, los cuales se escurren hacia el acuífero ubicado debajo de la superficie, en un amplio radio que circunda la ciudad como una especie de palangana se señala: "Muchos especialistas , incluidos técnicos de la Universidad del Sur que hace años realizaron un estudio de las napas subterráneas zapalinas, advirtieron que esta situación representa un riesgo de contaminación muy elevado. En este sentido coinciden en señalar, que, por su ubicación geográfica, Zapala sería inviable en caso de no poder abastecerse del agua potable que ofrece su acuífero.
Ahora bien según el diccionario de la Real Academia española "inviabilidad" es "no poder seguir"; "sin posibilidad de vivir", esto es en última instancia, la muerte de Zapala.
Se destaca que el acuífero es el único proveedor de agua potable para los 40.000 zapalinos y no obstante la gravedad del problema, que podría concluir con la desaparición del pueblo que en otros tiempos fue el más importante del interior neuquino, punta de riel, atractivo para la radicación de cientos de familia, hoy, como señala la nota que se comenta, ocupa un espacio secundario en la agenda de las autoridades provinciales y municipales.
La construcción de la planta de tratamiento de líquidos cloacales, como también remarca el artículo de Río Negro, incluía el entubamiento del cañadón por donde se escurren los líquidos y debería haber sido ejecutada por la provincia hace casi una década pero hasta aquí nunca se pudo cristalizar.
Atento la gravedad de la noticia que pone en dudas la existencia misma de Zapala como ciudad de la Provincia del Neuquén y genera un interrogante sobre la continuidad de los establecimientos públicos y privados donde la gente trabaja como asimismo el destino de la vida de sus habitantes, pues sin agua potable nada subsistirá en este desierto, es absolutamente imprescindible que mañana mismo comiencen las postergadas obras de remediación por las razones obvias expuestas, se destinen partidas urgentes para impedir que la negligencia de los funcionarios determine final y tristemente que Zapala se muera de sed. |