La ciudad judicial del Neuquén tal como se ha difundido en distintos medios, es la obra en construcción más grande de la Patagonia, hasta el presente el proyecto superó los $ 173.000.000.- y consumirá igual cantidad de energía que una ciudad como Chos Malal. Tiene un triple sistema de circulación personal, 22 ascensores, 24 salas de audiencias, y allí trabajarán por lo menos 650 personas. La Ciudad Judicial hace honor a su nombre: en sus 27.934,06 metros cuadrados de superficie habrá hasta un área comercial, con una sucursal del Banco Provincia de Neuquén, cafetería y librerías, más una plaza seca con fuentes ornamentales. Costará más de 174 millones de pesos, según el último cálculo. (Ver blog Fuera del Expediente y diario Rio Negro Online ambos del 01/07/2012)

Entre varios detalles de extrema sofisticación destaco el espacio dedicado al cuerpo médico forense, con una morgue con capacidad para 15 camillas, dos salas de autopsias, laboratorios anatomopatológico, bioquímico, gabinete psicosocial, tal como se jactan los hacedores y autores intelectuales será una clínica forense de tres pisos.

Sin embargo posee algunas carencias, así en el subsuelo los 16 calabozos habrá que remodelarlos pues carecen de la intimidad necesaria, además deben reformularse oficinas y salas de audiencia pues el Palacio de la Justicia debe adaptarse al juicio por jurados que en tiempo cercano comenzara a funcionar en la provincia y para no enredarme en objeciones menores menciono como faltante de entidad, que se debe cubrir sí o sí pues por más inteligente que sea el edificio no puede funcionar sin fluido eléctrico, resta proporcionar energía eléctrica suficiente en tanto hoy se cuenta con 500 KVA cuando se necesitaría no menos de 2.800 KVA plus que costaría entre 4 y 7 millones más

Es una obra ostentosa que al ritmo inflacionario de la economía argentina llevará años en inaugurarse en su integridad aunque finalmente se logre que defensorías y fiscalías se instalen en la ciudad judicial y comiencen a funcionar en el espléndido edificio.

Por otro lado la asignación de 15 camillas y 2 salas de autopsias es exagerado y marca diferencias entre Neuquén y el interior que en ese amplio y desértico ámbito terrestre ya no existe una sola morguera, así en Zapala concurrí cuando se inauguró la única que existió, gobernaba Felipe se rompió el aire acondicionado y hoy sirve de albergue – que frío hace acá mi Dios – a los homeless zapalinos.

Desde otro punto de vista es una cachetada a la pobreza que la rodea, a las tomas, a los chicos desnutridos, a las familias sin servicios elementales.

Nunca se entendió en la justicia neuquina que lo importante es el elemento humano que la integra, su idoneidad, la necesidad de investigaciones rápidas y eficientes, la independencia de criterio de jueces, fiscales y defensores, la ausencia de dependencia del poder político, sin que interese el procedimiento para desentrañar la verdad real (escrito, oral por jurados) y mucho menos la sofisticación a el ámbito físico donde se trabaja para realizar la justicia.

Sin duda los que decidieron la construcción debieron apuntar a un edificio que cobijara la actividad judicial pero con un perfil sin ostentaciones - propio de la justicia - y no decidirse Por esta lujosa y extravagante Ciudad Judicial que nada tiene que ver con una provincia pobre, desbordada de indigentes sin futuro, de una justicia del interior que funciona en galpones y departamentos pensados para familias que se vienen abajo (Zapala p. ej.)

Es sólo un rezongo que pretende destacar el garrafal error de deslumbrase con obras faraónicas cuando la prudencia y la naturaleza del trabajo de hacer justicia exige de la más rigurosa austeridad.