"Fui entonces presa de la fiebre del juego y me convertí en un alienado. Empujé todo ese dinero sobre el rojo. Pero bruscamente volví en mí y entré en pánico. Un estremecimiento de espanto me sacudió y se tradujo en un temblor irresistible de la cabeza a los pies. Súbitamente comprendí lo que arriesgaba perder en ese momento: toda mi esperanza, mi vida entera" (Dovtoivsky, "El Jugador")
La ludopatía o adicción al juego es reconocida por la OMS y sus organizaciones asociadas desde 1992 como una "enfermedad o trastorno mental" (ICE-10 Manual de Clasificación de Enfermedades Mentales de la OMS), remarcándose que incluso ya había sido identificada de forma similar desde el año 1980 por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, ver Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales).
Refiriéndose a esta enfermedad se ha dicho que: "La persona es empujada por un abrumador e incontrolable impulso de jugar. El impulso persiste y progresa en intensidad y urgencia, consumiendo cada vez más tiempo, energía y recursos emocionales y materiales de que dispone el individuo. Finalmente, invade, socava y a menudo destruye todo lo que es significado en la vida de la persona" (American Psychiatric Association, 1995, "Criterios diagnósticos del juego patológico", http://www.psych.org/).
En el interior neuquino el drama de la adicción al juego adquiere particular gravedad ya que autoridades municipales o provinciales no toman medida alguna para resolver el problema. Simplemente miran para el costado mientras los medios nos muestran como los empresarios beneficiados con este fatal emprendimiento que degrada a las personas se enriquecen de una manera grosera sin que se sepa con claridad de donde se obtienen los fondos para financiar las majestuosas casas de juego.
Tampoco se sabe cuál es el monto concreto que el gobierno provincial y los municipios reciben a causa del porcentaje por la concesión, en que se invierten las sumas percibidas, si se han construido centros de rehabilitación, limitado el horario de funcionamiento y en general que acciones concretas se adoptan por los responsables para eliminar o restringir al máximo el funcionamiento de máquinas tragamonedas causantes directas de la adicción.
Volviendo al problema de la ludopatía en el interior neuquino podemos afirmar que la adicción al juego hace estragos sustancialmente en los asentamientos más abandonados del interés de las autoridades en lo que hace a generar emprendimientos relacionados con la salud, la educación, la seguridad, el esparcimiento, en suma el bienestar general de los ciudadanos
En tal sentido señalo que un testeo realizado respecto del tema, que se realizó con 750 casos de las localidades de Cutral Co, Plaza Huincul, Rincón de los Sauces y Zapala, arrojó que los jóvenes entre 18 y 30 años son los que más concurren a las salas de juego. La encuesta se concretó entre 2011 y 2012 y consistió en 40 preguntas donde se apuntó a buscar respuestas a varios interrogantes que estaban presentes para trabajar en programas de prevención. En Zapala es donde se encuentra el porcentaje más elevado de ludópatas, con el 2,3 por ciento, y el 7,5 por ciento de jugadores problema. En Cutral Co-Plaza Huincul el 0,8 son jugadores patológicos y el 2,1 por ciento con problemas, en Junín de los Andes 0,9 y 4,3 respectivamente. En Junín de los Andes el 60 por ciento juega para apostar y ninguno pudo dejar de hacerlo, en Zapala el 83,3 del 47 por ciento que apuesta no pudo dejar de hacerlo aunque lo intentó, y en Rincón de los Sauces, donde se registró que los que apuestan son el 20,3 por ciento, no pudo dejar de apostar el 65,9" (www.hechosdezapala.com.ar.)
En suma un desastre individual y social que debe ser remediado definitivamente por los gobiernos provincial y municipal quienes además deben rendir debida cuenta del porcentaje de dinero que percibe el Estado y en que se invierte como así también la suma que se destina a la construcción de edificios para la rehabilitación de los adictos y a la contratación de profesionales especializados en el tema. |