El olvido del interior neuquino por parte del gobierno provincial ha llegado al punto que el Estado ha desaparecido en el cumplimiento de roles mínimos relacionados con la salud, educación, seguridad y justicia entre otros.
Sólo se disponen medidas para Neuquén capital y zonas de influencia que en breve serán en los hechos la Provincia toda y las ciudades del interior, hoy pueblos, se convertirán en parajes institucionalmente orejanos, que pasan de crisis en crisis mientras la arena del desierto lo s va tapando paulatinamente y sus habitantes migran o se convierten en sombras errantes en tamaña soledad.
Recuerdo que hasta no hace mucho tiempo ciudades como San Martín de los Andes, Junín de los Andes, Villa La Angostura se ubicaban en los primeros puestos del turismo internacional, historia antigua, pues el olvido y la negligencia las han ido depreciando y así a título de ejemplo mencionaré la incomprensible destrucción del Hotel Sol de los Andes convertido en un nido de roedores, la costa del Chimehuin es puro barro y maleza, desidia por la cual se paga un precio muy caro y si no fuera por el esfuerzo de los vecinos las cenizas seguirían ostensibles en Villa, allí donde alguna vez estuvo el paraíso,
Zapala es un garito, sólo los casinos funcionan a full, extendiéndose como cáncer terminal la enfermedad del juego o ludopatía, el hospital carece de elementos humanos y materiales para cumplir su rol y la droga ya esta haciendo estragos en una juventud sin estímulos ni futuro, donde la seguridad y la justicia por desinterés del gobierno provincial se cubren con parches que contrastan con el dinero dilapidado en la inteligencia trucha de la Ciudad Judicial de Neuquén sita en la "Capi", ¡of course!.
Cutral Co, Plaza Huincul, Rincón sufren la maldición del petróleo, la violencia y el atraso, lugares de gente de primera que ve como la tierra roja estéril avanza irremediable haciendo trizas las esperanzas de su pueblo.
Chos Malal - primer capital neuquina - y parajes circundantes se ve sitiada por el silencio y la nada amenazante.
Puede parecer exagerado el breve pantallazo de un interior neuquino del que el Estado se ha olvidado, pero como decía Alberdi "A veces es necesario exagerar las verdades que no son vistas por los ojos de los que mandan", esto es que en el supuesto del interior neuquino el Gobierno debe adoptar las medidas que sean menester para que todo el esplendor que lucía no hace más de treinta años vuelva a ser. |