Putin se ha mostrado como un criminal despiadado atacando hospitales, escuelas, edificios residenciales y cadáveres en la calle con misiles y bombas a ciudades enteras que han desaparecido del mapa.

También el mundo pudo ver por medios escritos y televisivos y con las crónicas de los periodistas de guerra «que la operación militar especial» llevada a cabo por Rusia fue en realidad una brutal guerra, una masacre indescriptible que pretende acabar en su integridad a Ucrania y su pueblo.

Lo cierto es, como informa el Diario Río Negro con fecha 13/04/22, que «Frustrado en su objetivo de tomar la capital Kiev, el presidente ruso Vladimir Putin está ahora acumulando tropas para una nueva ofensiva en la región oriental de Donbass insistiendo que al fin logrará sus objetivos.

Putin miente, ya perdió en la primera campaña, en el despliegue de tanques y la lucha cuerpo a cuerpo allí terminó perdedor como también en su pretensión de tomar Kiev, esto es que fracasó en su «operación especial».

Ahora crece la sospecha que Rusia usa armas químicas en Ucrania para controlar Mariupol tal como lo afirma el presidente Zelensky y lo sostiene EE.UU. según informaciones creíbles y de ser así, de confirmarse el punto con absoluta certeza, Putin pagará un alto precio al punto que su ilusión de vencer en la nueva campaña se convertirá en una utopía.

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