Que desde el comienzo de las tratativas para consagrar el aborto legal en la Argentina se habría comentado que dicha cuestión que nunca fue puesta a consideración del Congreso por un gobierno anterior podría haber sido impulsada con argucias por clínicas abortivas entre las cuales se encontraría Planned Parenthood.
Si bien el que suscribe no tiene manera de confirmar la seriedad de los siguientes informes contenidos en varios tuits, entiendo es mi deber ponerlo de manifiesto y a consideración de los ciudadanos y de los señores diputados y senadores a fin de que se corrobore o desmienta el contenido de los mismos
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A todo evento también fue de conocimiento notorio y público que legisladores que al iniciar la sesión tenía una sólida convicción por votar negativamente la interrupcion del embarazo en no más de dos o tres horas y llamados telefonicos mediante cambiaron su ex incontrovertible posición y elegieron la opción del aborto legal en medio de afirmaciones sobre presiones de todo tipo amenazas graves y otros medios de infundir miedo en el legislador, como en el caso de la diputada Mirtha Tundis que lo expresó por las cámaras de televisión estando en el mismo sentido los argumentos del diputado Alfredo Olmedo.
Todo lo planteado no puede fundarse en documentación escrita o en telefonos intervenidos mas al menos merece para no correr el peligro de obtener una ley que consagra la muerte por la fuerza de las amenazas o cualquier tipo de presión incompatible con la absoluta libertad de conciencia con que deben decidir Diputados y Senadores de la Nación.
Lo expuesto ha tenido tanta repercusion mediatica que incluso en la sección Cartas del diario Río Negro de fecha 16/06/2018, pag. 21, bajo el titulo "Convicciones en venta en el Congreso" el señor Leonardo Peusner hace saber "que en temas como la ley de aborto el común denominador de la votación en el Congreso es que los argumentos presentados en sesiones maratonicas, como la del pasado miércoles con algun llamado estrategico final 'convence' a un puñado de legisladores a cambiar su voto en patota. No es aceptable en una democracia que se precie de tal que la gran mayoría de los representantes serios de la ciudadania este a merced de unos pocos que sucumben a las tentaciones de la oferta y demanda de intereses particulares. La situación actual es doblemente preocupante porque surgen una inevitable pregunta: si algunos estan dispuestos a vender tan rápidamente sus convicciones al mejor postor, ¿no son también capaces de vender la patria?"
Como punto final de todo lo dicho cabe sin duda reclamar por las autoridades pertinentes una investigación sobre lo expresado que le otorgue absoluta transparencia a un tema tan relevante como lo es la interrupción voluntaria del embarazo.
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