Salgo de casa apurado, antes de llegar al automóvil siento que el corazón me late muy apurado, respiro hondo y arranco, poco a poco la taquicardia va pasando, luego de eludir en la autopista porteña a infinidad de autos en la mañana de Buenos Aires que solo una manera de decir, pues a la 5 es noche cerrada, llego al trabajo, bajo del auto y un mareo muy fuerte me detiene y un compañero me lleva a la clínica de la esquina.

Me atiende un médico con mucha experiencia que luego de examinarme me dice que estoy muy acelerado, que no puedo seguir trabajando 17 hs. por día que debo parar la máquina o la máquina me va a parar a mí , no me receta ningún calmante y me dice “no te medico con nada porque todavía estás sano, lo que te aconsejan mis canas y muchos años de trabajo calmando a trabajadores compulsivos es que descanses un par de días, pienses en trabajar en algún lugar que no tenga la locura de la CABA y si lo conseguís vemos que pasa”.

La intención del gobierno argentino de Fernández-Fernández de adoptar un sistema totalitario como Venezuela apoyando al régimen del dictador Maduro ha provocado que desde el año 2012 a la fecha en razón de la falta de trabajo, la violación de los DDHH y la violencia entre otras causas haya provocado según ACNUR el exilio de 5.400.00 venezolanos reduciéndose la población al presente a 28 millones de habitantes.

Las graves violaciones de derechos generadas por los regímenes totalitarios de Chávez y Maduro provocaron un informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH, del 4/7/19, Michelle Bachelet, en el informe se indica que el gobierno venezolano ha puesto en marcha una estrategia orientada a criminalizar a la oposición política y a quienes critican al gobierno.

Se remarca la repercusión de la profunda crisis económica que ha afectado fuertemente a la alimentación y cuidados médicos de la población.

Luego de la visita la Alta Comisionada Bachelet indicó que pudo conocer directamente de quienes han sido victimas de la violencia del Estado, habiendo transmitido las violaciones de derechos comprobadas a las autoridades competentes. La proporción de presuntas ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por las FAHES es sorprendentemente elevada. Así en 2018 el gobierno registró 5287 muertes por resistencia a la autoridad, siendo asesinadas 1569 personas, se contabilizan 793 personas privadas arbitrariamente de la libertad, aunque la mayoría del pueblo no denuncia por miedo a las represalias.