La clase política opositora al gobierno, las universidades kirchneristas, la izquierda, las organizaciones que quieren que sus integrantes vivan sin trabajar, los que claman por subsidios que los mantengan, pertenecen a ese país que desde que se instaló la democracia luego de la dictadura militar se ha negado a elegir para su gobierno a hombres o mujeres con espíritu de libertad y ansias por lograr el bienestar general votando a ladrones impunes que destruyeron la Nación llevando al pueblo a la pobreza más absoluta. Para votar ese mal hábito en el año 2015 los ciudadanos decidieron votar a un partido nuevo emprendiendo un camino de duro esfuerzo pero que hace unos días fue revalidado con multitudes espontáneas en cada plaza de la República diciéndole ¡NO! al autoritarismo dictatorial tipo Venezuela, desdichados hermanos, su pueblo que hoy llena las rutas escapando de la miseria, el hambre, las enfermedades el sometimiento al dictador Maduro.

CFK nunca va a ir presa y la afirmación se basa en dos hechos que la resguardan; a) El Congreso no le sacará los fueros tal como afirma el Senador Pichetto y b) CFK tiene 65 años y al terminar su mandato aunque le hubieran impuesto la pena más alta que prevee el Código Penal tiene la potestad de cumpirla en su domicilio por edad avanzada y así gozará hasta el fin de su vida de lo robado al Estado sin traba que se lo impida.

A pesar de haberse probado que fue la jefa de la banda que saqueó sistemáticamente el país, seguirá gozando de los bienes mal habidos que heredarán sus hijos, aún incluso si se probara que fue quien decidió el asesinato del Fiscal Nisman para lo cual está en primer lugar en la lista de sospechosos según el procesamiento, la decisiva prueba concretada  le otorga todos los números para cuando se resuelva la sentencia de condena.