Argentina es un país sin memoria por eso es que no podemos pensar en un futuro porque el pasado es olvido y el presente un anárquico descuido.

Así cada vez que nos tocan las elecciones el pánico invade a cada uno de los ciudadanos que se enfrentan con las urnas.

Hay una natural incapacidad para evaluar lo bueno de lo malo por razones de genética lo bueno se confunde con lo fácil y lo malo con el esfuerzo sostenido por ello la mayor escritora contemporánea de estas tierras pensó un poema que lleva por título “En el país de nomeacuerdo” que reza:

En el país de nomeacuerdo

doy tres pasitos y me pierdo

y es así, lo vivimos todos los dìas aunque el camino lo hayamos recorrido infinidad de veces nunca terminamos de aprenderlo y la consecuencia siempre es la misma, elegir lo malo fácil para evitar el sacrificio esperanzado.

Si bien la ex presidenta Cristina Fernández se encuentra involucrada en múltiples y graves causas judiciales en alguna ella procesada por ser considerada “Jefa de una banda que sistemáticamente saqueó el País”, ningún juez ha avanzado más allá de ello y tal circunstancia ha generado una firme desconfianza en el resto de los países del mundo y organismos internacionales acerca de si puede triunfar en la contienda de octubre y ello la dejarla en las puertas de la presidencia culminada la gestión de Macri hecho que implicaría volver al pasado populista que la Nación vivió en los doce años del modelo autoritario K y aliado con las dictaduras feroces de Venezuela, Cuba, Irán, etc., las mafias internacionales de narcotráfico en suma con todo aquello que nos llevó a ser un país antidemocrático, enemigo declarado de la república y amigos de las izquierdas más recalcitrantes.