El día 3 de septiembre de 2019, el periodista Eduardo Feimann leyó en su programa de radio a la mañana “Feimann 910”* por radio 910 y a la tarde en A24 en el programa que conduce “El Noticiero A24”, tres cartas escritas por el Hno Eugenio Magdaleno**, religioso Marista, con un inigualable CV, del que destacaremos, en principio, sus aptitudes como escritor, educador y comunicador social, en las cuales alega con firmeza la circunstancia que venimos remarcando en las últimas notas escritas en este espacio, “Argentina un pueblo con Alzheimer”, “Digamos NO a la Argentina bolivariana”, “Votar a la República”, “República democratica o tirania autoritaria”, “Suicidio institucional que no debe ser”, “Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”, “La Patria en peligro”, “Decisión inconcebible” (todo en www.derechodelavictima.com.ar).

Esto es, esencialmente, que la democracia republicana argentina no puede dejar de existir, no puede ser reemplazada por una dictadura autoritaria impuesta aviesamente por la ex presidente Cristina Fernández, el candidato a presidente Alberto Fernández, La Campora y los militantes y para evitarlo no hay otra manera que los derechos esenciales como la vida, la libertad, la propiedad privada, la división de poderes, sean abatidos por el despótico sometimiento que pretende imponer la fórmula F&F.

En el diario online infobae.com.ar de fecha 17 de agosto de 2019, se destaca que “El Financial Times dice que fue el Papa Francisco quien alentó a Alberto Fernández a reconciliarse con Cristina Kirchner. El diario británico señala que los inversores se preguntan cuál de los Fernández gobernará la Argentina, aunque destaca que el favorito para ganar la presidencia insiste en que el país no volverá al populismo extremo del pasado”.

Que lo expuesto en el párrafo anterior marca no solo la gravedad que implica la incursión del titular del Estado Vaticano en los asuntos internos de la Argentina, circunstancia que aparece inconcebible en atención al hecho que tanto la Vda Kirchner como su hijo Máximo han puesto de manifiesto que el plan económico que se introducirá en caso de ganar las próximas elecciones será sustancialmente inclumplir con las obligaciones contraídas con el FMI, dejando de pagar las deudas con el ente internacional precitado en su totalidad.